miércoles, 5 de enero de 2011

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Saludos

lunes, 9 de marzo de 2009

La habitación número trece


Es un lugar dónde puede ocurrir todo. La habitación número trece es un lugar de película, que bien puede parecerse a la habitación de un motel de una peli de los noventa, o puede convertirse en un túnel sin salida donde eres perseguido por una jauría de perros zombie.


Al girar la llave, la habitación escoge una escena de tu cabeza, alguna que hayas visto, alguna que hayas soñado, alguna que hayas imaginado, y la hace realidad.


Es arriesgado, pues puede realizar tus sueños más deseados, o la pesadilla más horrible que hayas imaginado.


Pero solo es una habitación, solo es una escena, y en realidad nada es real. Aunque muchas veces, los sueños juegan malas pasadas.


Y aun así, merece la pena cruzar su puerta.


Noelia Marín

viernes, 27 de febrero de 2009

La habitación número trece

27/02/09

Noelia Marín

lunes, 2 de febrero de 2009

La señora que olía mal

Érase una vez una señora que olía mal, por que no se lavaba nunca; y aun así, era aseada.
Por las mañanas al levantarse, se lavaba los pies, los sobacos, las manos y la cara, con un poco de agua, y luego se secaba con una toalla vieja, de color rosa, ya descolorida por el tiempo. Se cambiaba de ropa siempre que podía. En invierno era un poco difícil por que tenía poca ropa y tenia que lavarla a mano, que con el frío, le costaba mucho secarse. El abrigo lo llevaba siempre sucio, por que no podía lavarlo mas que en verano. Ya vestida, se cortaba los pelos de la cara, nariz y orejas. Y se peinaba muy bien, con un peine verde.


Tenía una casa y un poco de dinero, para comer ella, y los gatos que la visitaban.


Estaba muy sola por que nadie quería visitarla por que olía mal, pero los gatos la querían. Le agradecían la comida y su compañía.


Un día, cogió el bolso, una bolsa de tela que encontró un día en la basura y una vieja y sucia bolsa de deporte. Puso allí toda su ropa, y gasto todo el dinero que tenía en un billete de tren.


En el tren, por fin tenía gente a su alrededor. Intentó mantener una conversación con la chica de al lado, pero parecía estar muy ocupada intentando dormir y encontrando la posición correcta.


En las cuatro horas del tren, ella ni se canteó de allí, a veces se dormía, pero el tren era tan incomodo...


Iba a una ciudad, donde vivía una de sus hijas, y se había enterado de que había dado a luz. Iba a conocer a su nieto o nieta.


Al llegar a la estación, se encontró un poco perdida y tardó varias horas hasta que recordó donde debía ir y como podía ir hasta allí. Tuvo que coger otro tren, y esta vez ni si quiera pudo sentarse, por no hablar de poder hablar con alguien.


El viaje fue mucho mas corto.


Había llegado a un pueblo, pero no como en el que vivía ella, este era un pueblo como una ciudad pequeña.


Encontró la calle y la puerta, y tomo aire para coger valor y por fin llamar. De repente la puerta se abrió y las lágrimas brotaron de sus ojos, mientras al otro lado, la persona ponía cara de haberse perdido algo. Por el pasillo apareció una mujer que enseguida reconoció, y que le invitó a pasar. Era su hija.


Dentro, descubrió una jauría de voces y cuatro niños corriendo hacia ella, diciendo:"¡la abuela, la abuela!" La rodearon y abrazaron, y todos a la vez le contaban cosas. Ella no podía estar más emocionada. Se dejo llevar por los niños, que poco a poco se fueron calmando mientras ella conseguía poner orden. Ahora los niños callados y llenos de vergüenza no sabían que decir, y la abuela saco unas pocas monedas que le quedaban y las repartió entre los niños para que comprasen chucherías. Y así, en soledad, pudo disfrutar del último momento de su vida con una gran sonrisa.




Noelia Marín

lunes, 26 de enero de 2009

La señora que olía mal

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Noelia Marín

martes, 20 de enero de 2009

(...)

Entrevista a dios:

Estamos aquí reunidos para algo que durante milenios hemos estado esperando, si este humanoide de tres metros que brilla es dios, nuestras preguntas quedaran rápidamente aclaradas:

Buenas tardes dios, sin más dilación, y antes la expectación que ha creado decidiéndose a conceder una entrevista después de milenios de esperando vamos a comenzar rápidamente, yo y todas las personas de la tierra le agradecemos de antemano la entrevista aunque sea por web camp:

-¿Está usted de acuerdo con las guerras en la tierra?

- Respuesta de dios: (….)

-¿está usted de acuerdo con el hambre en el mal llamado tercer mundo??

- RD (…)

- ¿Qué piensa de que la riqueza no este repartida?

- rd (….)

Dado que no le vemos muy animado, dejaremos de hacer preguntas…. ¿esta es su dirección de correo a la que le podemos enviar ruegos y preguntas?

-rd (…)

Conclusión del cuento entrevista: (…)

Laura Sanchez

sábado, 17 de enero de 2009

uno, el otro y el tercero


Tres puntitos suspensivos jugaban al corre que te pillo. Uno perseguía al otro y el tercero perseguía a uno. Corrían a través de las páginas en blanco , nada les podía detener, saltaban de pagina en pagina, desde la última hasta la primera. Paginas pares, impares, pares, impares, pares, impares, pares, hojas de incertidumbre, duda, espera, un libro vacio. Pero no! alto! Una mole de letras cortaba su paso, la cola era enorme y no parecía moverse, " Dejen pasar!!" pero nadie se movía, y ahí se quedaron, esperando, esperando, esperando ...

Verónica Francés