viernes, 5 de diciembre de 2008

El extractor de sueños


Manoli se encontraba en la cocina haciendo unos huevos fritos, cuando Eustaquio le sugirió llevar una pequeña reforma que dotara de un extractor de humos a la cocina, pues sin la campana, como solía decir Eustaquio “al salir de casa somos hombres croquetas”.

Manoli aceptó la sugerencia de su marido, pues en el fondo llevaba razón. Sin embargo, veía de aquel modo invadido su espacio y su cabeza, pues era la hora de cocinar, la escogida para pensar, soñar, plantearse el modo de hacer de éste un mundo mejor. Tras la instalación del extractor, Manoli no soportaba el ruido del aparato, por lo que comenzó a escuchar las noticias por el radiocasete de la cocina, que neutralizaba en la medida de lo posible el trastorno que causaba la campana.

Con el paso del tiempo, Manoli comentó a Eustaquio su voluntad de retirar aquel aparato. Anteriormente le encantaba cocinar, pues según ella era el único momento del día en el cual se le permitía pensar y soñar, en definitiva, cocinar un futuro mejor. Tras la instalación del extractor, esos momentos habían tornado en amargura y desasosiego. Eustaquio, preocupado por la turbación de su esposa, le planteó visitar a un colega psicólogo, dado que lo de Manoli, según él, comenzaba a tener unos tintes maniáticos preocupantes.

Ella se negó a visitar a nadie, y continuó empeorando su estado anímico, comenzando a odiar la cocina. En los últimos días, no podía quitarse de la cabeza cómo había permitido instalar aquel “extractor de sueños”. Finalmente, tras las presiones de su esposo, tuvo que ir a la consulta del psicólogo, que tras varias sesiones intensas y descriptivas, pudo elaborar un informe, dilucidando el problema de Manoli.

Al volver a casa, Manoli abrazó a su marido, diciéndole “¡No estoy loca!, son los demás”. Se había dado cuenta que nada tenía que ver el extractor de humos en sus malos humos. Había llegado a la conclusión, junto al psicólogo, que para no soportar los ruidos de la campana, encendía el radiocasete y escuchaba las noticias. De hecho, ese era el problema, el radiocasete, el verdadero extractor de sueños. Ella pensaba, soñaba que los problemas de los trabajadores iban a remitir pronto. Ella pensaba, soñaba que los desajustes judiciales llegarían a su fin. Ella pensaba, soñaba que la crisis económica mundial no sería tan horriblemente larga como parecía. Ella pensaba, soñaba…. Ella pensaba, soñaba….

La cuestión es que a cada pensamiento, a cada sueño que aparecía por su cabeza, la radio respondía de manera violenta, propinando continuos puñetazos a sus convicciones, sus pensamientos; en definitiva, sus sueños.

Al año siguiente, Manoli decidió escribir un libro, basándose en su experiencia personal y en una interesantísima investigación. Tras varios meses, encontró el título: “Medios de comunicación: la campana de tu cabeza”.


Francisco Leal

jueves, 4 de diciembre de 2008

El extractor de sueños


El extractor de sueños no es otra cosa que un extractor de humo, lo que llamamos campana de humos. Todas las casas suelen tenerr una en la cocina para que se vaya el humo de cuando hacemos la comida, aunque no siempre es bien usada, por que se utiliza para extraer el humo de los cigarrillos, pero este es otro tema.

No se sabe quien creó el extractor de sueños, de hecho no se sabe muy bien si es el extractor quien los extrae o son las conversaciones que se dan en las cocinas a la hora de comer. Pero el caso es que el extractor siempre esta ahí esperando, y cuando esta encendido, zas! Piensas, ni siquiera hace falta que lo digas en alto, piensas en un sueño que tienes y se va. La cabeza se te queda como si te hubiesen extraído un cachito de cerebro y lo hubiesen sustituido por hidrogeno líquido, pero eso no es todo, sientes un hormigueo en el corazón, como cuando se te duerme un pie, y del susto te atragantas. Entonces piensas que todo ha sido ese mal trago y ya no recuerdas el segundo en el que tu cabeza estaba fría y tu corazón dormido, ni tampoco el sueño que tenias. Ya no lo recuerdas, pero sientes una desilusión pequeña que crece conforme se te extraen más sueños y al final te sientes triste y cansado.

Los extractores de sueños se encuentran en todas las casas, pero no son de determinado fabricante o tienda, simplemente están ahí o no, depende de si les dejan extraer sueños.

Por suerte, al final la tristeza y el cansancio se curan cuando tu corazón y tu cerebro empiezan a fabricar mas sueños, así recuperas el calor, el brío y la ilusión.

(Pero no las ganas de dibujar)


Noelia Marin

martes, 2 de diciembre de 2008

El extractor de sueños


Estamos en Marte, Soni, Suni, y sus amigos se sienten fatal, han hecho todas las bromas posibles a los terráqueos, vale que sean niños pequeños, pero claro, son marcianos: verdes, con antenas, barrigudos, y los ojos rojos.


Un día, soltaron el gato de Suni a un laguito por el norte del hemisferio, y llevan años escribiendo artículos y haciendo películas sobre un "gran monstruo" que asomaba su cabeza, en un tal lago Ness.


Otro día, rescataron un nanojuguete de su padre de la parte de arriba de su casa esférica, y le pusieron barba blanca y un traje rojo y le dieron una vuelta por el bajo cielo de la tierra con su carromato teledirigido, desde entonces, existe Papa Noel.


No se, estaban aburridos de que se lo creyeran todo, y habían escuchado que había ciertas personas, pocas, pero algunas, que tenían buenas ideas y además algo llamado sueños.


Los sueños era lo que mas les interesaba, no sabían que eran los sueños. Suni pensaba que los sueños debían ser juguetes nuevos que los padres les regalaban a sus hijos todos los días. Soni creía que los sueños podían ser pequeñas vacaciones pagadas como las que le regalaban a su mama en época de descanso para ir a los anillos Júpiter.


Tenían que saber que eran los sueños en realidad, así que se les ocurrió otra jugarreta a los tontos terráqueos, crearían un agujero negro absorbedor de sueños, lo pondrían dentro de una caja muy brillante y un cartel con luces (es que habían comprobado que los humanos eran un poco como las urracas, si brilla lo quieren, y si encima hace luces, les encanta) en el cartel pondría SI TIENES SUEÑOS MIRA DENTRO.


Como era de preveer, todos hacían cola para mirar dentro del agujero con el cartel con luces (a los humanos les mata la curiosidad).


Sin embargo, fallaron en algo, toda la gente, la mayoría que asomo la cabeza, perdió sus sueños porque les mato la curiosidad y la ignorancia, pero aquellos que tenían los mejores sueños y las mejores ideas, no se dejaron engañar por cajas brillantes y luces y siguieron sus vidas sin caer en la trampa. Así que también pronto les dejó de interesar lo de los sueños e incluso después de esto se olvidaron de los terráqueos.


Escucharon que en Urano, había unos animales peludos de lo más curioso.



Laura Sanchez

lunes, 1 de diciembre de 2008

El Extractor de Sueños

Nuevo título del 1/12/08 al 8/12/08

Fidel David Pérez Robles